Caja abierta LXXVIII: un escudo que no sirve para proteger

Lo prometido es deuda. En la anterior entrada os comenté que en esta ocasión os iba a mostrar cómo realizamos un escudo, que aunque sencillo en formas, tenía su complejidad debido a nuestros medios (artesanales completamente) y a un acabado que debía ser liso y limpio. este trabajo lo realizamos justo a continuación de la Guillotine, en el verano pasado, y también fue un encargo de APLIMET2000. Como veis hablo en plural, porque en el mismo trabajamos tanto Manuel,  mi socio en estos menesteres, como yo.

 

Como veis por las imágenes, aunque la forma en principio es sencilla y la pieza pequeña, había dos grandes problemas, el acabado de la superficie, queríamos que fuese sin textura y lo más perfecto posible, sin que se notases apenas ciertas uniones o huellas; y la otra dificultad era las curvas del canto o borde. Este mismo trabajo lo puede hacer una máquina sin ninguna dificultad y a la perfección. Pero teniendo en cuenta que nosotros somos humanos y esto es artesanal, la verdad es que me encantó el resultado y el método que usamos para hacerlo. Se podría haber hecho en dos partes, cara A y cara B, y después pegarlas, pero lo que nos pareció más importante en todo el asunto es que la superficie de ese borde curvo en los lados laterales no tuviese ninguna línea de unión. Así que nos surgió una idea que podíamos realizar con una masilla que ya conocíamos (que cada vez que la usamos, nos sorprende más sus capacidades y resultados).

 

Gracias a una guía o molde (del cual no hicimos fotos) realizado por Manuel, cuidando de nuevo al máximo las medidas, cortando las piezas que iban a definir la forma general de la pieza, conseguimos dos piezas añadiendo a presión la masilla. Estas piezas eran iguales, aunque con una modificación en el método de trabajo de una a otra, y no tenían ningún material en el borde lateral, es decir, sólo abarcaban hasta las esquinas o cantos de las caras frontal y posterior. Por lo tanto, uniendo las dos caras con una estructura milimétricamente medida, se podía rellenar el hueco lateral entre ambas con masilla, cual si fuesen las galletas de un sandwich de helado. De este modo conseguíamos que las superficies de la cara frontal y lateral fuese de una pieza, y a la vez la superficie del lateral también se hiciese de una pieza que además servía como el adhesivo de las dos "galletas". Debido a lo milimétrico y el cuidado de Manuel en hacer las guías de las "galletas", y a la limpieza a la hora de añadir la masilla, habíamos conseguido que el borde las las dos galletas tuviese curvas sin imperfecciones o relieves indeseados que después se verían reflejados en el borde lateral debido al sistema que íbamos a usar.
Pegadas las dos "galletas", se rellena con masilla el lateral, pero sin llegar a rellenar todo el volumen, dejando un margen de 1 cm o menos sin poner masilla, que será donde se ponga ese último grosor de masilla y se trabajará para conseguir una superficie completamente lisa. Una vez endurecida la masilla de relleno, y jugando con los periodos de endurecimiento de la masilla epoxy, comienzo a colocar el volumen definitivo en estos laterales parte por parte, teniendo en cuenta que la pieza debe ser fácilmente manipulable y se debe evitar estropear las zonas ya acabadas por culpa de esta misma manipulación. Una vez añadida la masilla en un trozo de superficie grande, y estando ésta aún blanda, se alisa la superficie usando como guía los cantos o esquinas de las "galletas", por esta cuestión era importante que estuviesen pegadas completamente paralelas y niveladas, para que no hubiesen desvíos o inclinaciones raras en los laterales. Esto se hace con todo el borde, y en la parte donde debía haber un agujero o hueco, ya que el escudo (o más bien las copias que hiciesen de él) se enganchase a un palo / tubo o algo por el estilo, tuvimos que añadir la masilla alrededor de una pieza que fabricamos con la forma correcta que debía tener ese hueco (ya que no era cilíndrica sin más). Una vez endurecida esta parte también, quitamos la pieza que pusimos en el hueco como guía, y ya teníamos la pieza completa, con la superficie completamente lisa y sin tener que llevarnos horas y horas lijando la pieza para quitar imperfecciones que de otra forma (método de trabajo) sí hubiese tenido.

La pieza era pequeña. Se iba a usar para añadirla en los surtidores de cerveza, colocando (imagino) una pegatina o pieza con el logo (de la empresa que fuese) impreso en ella.

Si consigo que me pasen fotos de el resultado final de estas dos piezas (la guillotine y el escudo), para que veáis los acabados de las copias, olas pondré aquí en otra entrada. Hasta entonces seguiré enseñándoos más trabajos y encargos que estoy haciendo, bueno que hice hace un tiempo, ya que en lo que ando ahora hasta septiembre no se podrá ver.

Gracias por visitar mi desván y acompañarme aunque sea un ratito. Ya sabéis que podéis venir cuando queráis.